domingo, 12 de septiembre de 2010

Dalí y mi destrozado cerebro.

Hace muy poco estuve viendo un documental, sobre la unión que hizo Salvador Dalí de su arte con la ciencia de su tiempo.
Fue un poco arrollador el saber que aparte de desperdiciar mi tiempo entre letras incompresibles he dejado de deambular en el espacio del conocimiento y saber, para de a poco irme perdiendo en el miserable e insensato mundo en mi cerebro, el destructivo mundo en mi mente, el subdesarrollado espacio que creí enorme, pero que solo se conforma con llenarse de ideas ajenas.
Tras estos espacios tan sublimes visitados, que no me atrevo a tocar, vi que es de suma urgencia el dejar de poner ideas trasnochadas en las oscuras aguas del internet, y dejar que mi mente se llene de conocimientos nuevos, para así poder llenarlos con ideas y extravagancias valederas, con ideas útiles.
Después de desaparecer de la vida cotidiana, me doy cuenta q
ue no solo el mundo no se detuvo, sino que fue más rápido de lo que se veía en mi ventana. Donde no pasaba nada, pasó que pasaba incluso más de lo que esperaba.
Aunque Dalí haya sido un genio, no dejo de ver sobre los hombros de los gigantes que le rodeaban. Ahora, se que existen gigantes mucho más altos de lo que alcanzaba a ver de rodillas. Es por consiguiente, tiempo inmediato de cumplir lo que me propuse hace mucho, el llenar mi cerebro de inteligencia, y no de basura.
Desde ahora y para siempre, veo que la singular estrella que guiaba mis días, esa luz fulgorea que me bañaba cada noche, brilla más, pero de un color diferente. De una imagen diferente ahora atrapo detrás mio un par de duendes que me dictan letras nuevas. Un par de nuevas ideas...
Allá van mis nuevas alucinaciones surrealistas. Me empeño en atacar a mis sueños, esperando encontrar algo con lo cual trabajar... Hasta luego, y buenas noches...

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