jueves, 16 de septiembre de 2010

Anima Agitata

El sonido de un roce entre dos superficies lisas, que se encuentran entre manipuladas estancias acostumbradas a recordar incesantemente el génesis de sus improperios. El manuscrito hallado en una botella. El siniestro despertar de una muñeca de porcelana. El incongruente maniqueísmo que pulula entre los curiosos universos paralelos, que corrompen a diario los capítulos circundantes de una novela inconclusa. El Leonardo Favio, que grita sin respeto un repertorio desecho. Una y otra paciente e irremediable desaparición de las mil y una noches de la infancia, mientras cada ser humano se fundía con la niebla infecunda de la humana disección de los placeres cotidianos. Sin sentidos que nos robamos a los ojos de una virgen que no desea perder en la copula un capullo de sentimientos y quehaceres.
En todos esos espacios he extraviado un poco de ese elemento inhumano que conocemos como alma; saciado entre mil ríos secos, disecados entre juegos en acequias por niños.
Desalineado escribo un par de versos capaces de conmover al más inocente de mis desenfrenos y calumnias contra la vida, contra mis auxilios.
Batallando en contra de las huestes de Napoleón, me encuentro entre los ojos sensuales de una serpiente que me atrae a perderme entre ella y sus cosidos placeres. Con un dios maligno que me defiende de mi mismo, y me hace caer en la tentación de creer en el, por juntar piezas de ajedrez de rey y reina en una sola jugada.
Crepitosos encuentros entre mi salvaguardada elimininación de factores irremediables y mi elección de miles de enjambres de abejas, han ponderado una vomitiva capacidad de desprenderme de la increíble realidad, hacia parajes creíbles solo en una oscura mente inestable, insaciable.
Miles de colibries pintados de varios colores sobrevuelan la misma flor que algún día alimentó mi estomago espiritual, incoherente.
Aun, entre las sabanas, se me esconde un duende que me suzurro al oido canciones...

1 comentario:

Mishel dijo...

To be afraid is a luxury...