domingo, 15 de julio de 2012

Aqui, otra vez.





Después de tanto tiempo he vuelto a escribir, ya no ayudan las inspiracionables ideas que me mantenían a flote, ya no ayudan las largas horas de desvelo que me hacían, a fuerza, escribir en este espacio, ya no ayudan, sin duda, las esperanzas vanas, las ideas mal alumbradas. Es ahora cuando me doy cuenta de que esto no es mas que un juego, un sencillo juego de ajedrez, en el que muevo peones, caballos, alfiles, a la reina, pero que nunca supe hacer con esa pieza llamada rey lo supuesto por otros.

Es una dolorosa falta de satisfacción el no poder crear como lo hacia antes, ahora me doy cuenta, puedo hacerlo con facilidad, ya no con el dolor y la sangre sudando de mis pestañas, al pensar en el estúpido contexto que me plantee en la mente, de haberme equivocado, haber quedado con el corazón amortiguado, sin saber como es aquello que yo solía conocer perfectamente como sentimientos.

Mas en estos momentos de absoluta fiereza, es cuando hecho de menos esos sentidos que trascendían lo humano, me veo abocado a poner en una balanza lo que creo útil, correcto; siento asco de ello, puesto que caigo en cuenta cuanto he perdido por desear siempre ser lo primordial, al no recordar que el resto del mundo también esta allí, no para mi, sino para si mismo.

Buscamos las personas de este mundo alcanzar la victoria, hacer ese algo, esa desconocida razón para moverse sin pensarlo, siendo perfectos a los ojos ajenos, siendo otro que triunfa amargamente. No caemos en cuenta que nuestra vida es fútil y ligera, como un pétalo de rosa negra en el agua: arrastrada por la corriente, se deja llevar hacia un vació y ancho mar de vidas humanas, las cuales llegaron antes, y se fueron igual, sin dejar estelas en el agua.

Es eso lo que temo, perderme sin rumbo y a la deriva, dejando apenas nada.

Pero si, dejo algo, dejo estas lineas sin rumbo, casi torcidas, en las que ningún dios va escribir recto. Son solo pensamientos de un ser que no ha levantado el polvo, solo ha dejado un par de sonetos mal escritos.

martes, 3 de mayo de 2011

Atrasos.

Tras largas cavilaciones me decidí una vez más a enfrentar este dolor que sentía, y poner en letras negras aquello que deseaba salir de mi interior.
Pero que seria bueno escribir tras tanto tiempo huyendo de lo que amo?
Me di cuenta que aquello era lo que necesitaba escribir, aquello que tanto hago: Nada.
A que me refiero, que nada es todo lo que puede caber en mi mente. Me di cuenta que mientras más pienso más me alejo de lo que deseo, y mientras más miedo le tengo, menos lucho. Entonces, no le tengamos miedo. Seamos como un saltimbanqui, que solo trata de llegar a lo alto de un árbol sin caerse.
Entonces, sin miedo a la reprimenda interna por el lobo estepario que se me agazapa en el interior, escribo, escribo lo que salga de estas manos, lo que me dicte el corazón. Porque? por que así lo deseo, por que es mi forma de demostrarle a ese otro yo que trata de disuadirme a que no lo haga, que aun puedo demostrarles a todos que estoy vivo. Que aún puedo.
¿Que vendrá despues de este circo que estoy plantando? ya no lucho por que me vea alguien, para que mis logros sean saldados en un ring de boxeo contra el terror, lucho por que quiero ver ese camino que me lleve hacia adelante. Ese inconstante avanzar que no lo he hecho a tiempo, y que quiero darle su nuevo un tiempo.
Así que, aquí esta el escritor insaciable, el que desea y concreta sus sueños.
Aunque no les guste, aquí estoy...

domingo, 9 de enero de 2011

Desubicaciones

Soy una estatua de marfil
Una herida de soldado en batalla
Exteriorizando dolores de cadera
Actuemos entre telones
Esa consabida obra sin terminar
Tu, eres esa daga que se clava en un brazo
Una acaecida noche de mala noche
O talvez ese perro que aúlla a lo lejos
A ti te espero sentado mientras Escribo
La lista de compras del Supermercado
Para no olvidar de una buena vez
Aquello que nos hace sencillos
Aquello que nos permite decantarnos entre lagrimas
En este sordo-mundo deshabitado.