lunes, 29 de junio de 2009

Inutilmente a ti

Aqui me encuentro, anclado en el oceano de desesperanza, obstaculizando al tiempo su marcha, poniendo mi cuerpo como carne para cañon, evitando que se vayan tras de las largas horas una que otra parsimonia en donde lo pierdo todo, una a una, las estrellas inmaculadas me dicen que lo que les he propuesto es una quimera.
Navego por senderos ignorando que son ensueños, rodajas de pan que dejan migas para el retorno, intento inutilmente robar mi cuerpo de la catedral en donde fue encerrado hace millones de años por los celos de un dios imberbe.
A donde se pueden ocultar los sentimientos en este sutil escandalo que he forjado con lagrimas y uñas? es que acaso todo tiene que ser un sencillo acompañamiento de vocales y sinecdoques que alarman al menos sabio de su futilidad? Un vicioso enpredernido de sus besos, una medalla al que mas a perdido en ella, una mirada furtiva al jardin del Eden con su arbol y serpientes juntos hasta el final. Las piezas del rompecabezas asemejan la forma de un ser viviente, buscando armar desfalleciendo un ser humano, exortando al desocupado a ver un retrato de este chacal que se fabrica sueños y luego los destroza con sus manos.
Ahora no hay indemnizacion para ese fuerte lazo con que ataron mis zapatos, ya no hay sentido a la comida matutina, no hay una fortaleza en este valle, que nos deje encerrarnos por breves instantes a disfrutar de la miel en el pan.
Miro atras y veo el reflejo en el agua que no se puede contemplar con ojos celestiales, busco aquel cabello como cortinas cayendo por su cuello, aquella mirada clandestina y celestina, los furtivos roces con su cuerpo desventurado.
Ahora son esos ojos los que veo atravez del espejo y el perfume que me rodea es el que alguna vez capte con displicencia. Inutil, como una clave de sol en guitarra rota, gentiles vasallos, dad al rey su corona, mil monedas de oro a quien encuentre la joya mas preciada que se perdio en aquel viaje a la decepcion. Al que la encuentre sera interrogado con mil castigos y torturas, hasta que confiese haberla robado. Jamas la perdais de vista, que aun entre los moretones es capaz de escaparse la verdad inapropiada.
Venecia aun me espera...

1 comentario:

Fernanda dijo...

: ( el que más me ha gustado hata hoy