domingo, 28 de marzo de 2010

Elegía al lobo estepario.

Lo bueno, es que acabo de sentarme frente a la computadora y ya estoy un poco conciente del ataque masivo que ocurrio en mi organismo, es decir, el alcohol y el tabaco me hicieron sentir un poco golpeado despues de abusar mucho de sus beneficios, los cuales desconozco por cierto. Entre en ese estado meditativo y a la vez alcoholico en el que se ponen en perspectiva las cosas que no se es, las que uno es, y las que podrian ser; tambien se pone uno a reflexionar en sentidos un poco mas elevados aquello que se acaba de hacer, sintiendolo como algo agradable, aun sabiendolo social, y naturalmente inaceptable. Pero a mi no me importaba esas razones que ponia mi mente, a mi me importaba aquel ser que se movia frente a mi, que sabia que me estaba hablando, al cual parte de mi cerebro le ponia atencion y le respondia, no estaba hablando realmente, solo estaba entendiendo, lo que queria entender, mientras encerraba mi mente aun mas, dejando al lobo estepario dormido salir por un momento, a que tome aire.
Y asi lo hice pues. Deje explayarse a mi comtraparte en mi, ese ser mitologico, quimerico, que se esconde en ese vertigo en mi pecho, y se escapa por las noches para darse gusto con los seres inteligentes que puede encontrar, devorando el conocimiento que tienen y dandoselo a su contraparte, que viven en armonia y paz.
Aun a pesar del tiempo, el lobo empezo a darse un descanso, dejo que me sienta en paz un momento, aun asi, lo extraño.
Pasaba las noches buscando una puerta donde haya ese descrito espectaculo para locos, aunque jamas la encontre, tengo un poquito la esperanza de volver a verlo. Ese espectaculo dantesco, de miles de demonios agolpandose para poder comer una hogaza de pan, y a un ser extraño que estiraba sus delgados dedos, y tomaba por la mano a uno de esos demonios y se lo llevaba a una habitacion, donde lo torturaba, lo asesinaba poco a poco. Lo soltaba solo para beber sangre de otra victima...
A donde quiera que voy, cargo conmigo, llevo mi otro yo, mi sombra que habla, a mi lado, sin descansar jamas...

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