Volviendo a mis caminatas, sali un dia de estos a ver a la gente existir, si, como simplemente puede ver aquel espectador en el teatro, con la misma pasion o con las ideas destrozadas sin necesidad de continuar existiendo. Alli en el camino que trazo la casualidad me tope con mil caras conocidas, como si me hubiera sumido en un aleph, pero no, no era eso, solo fue que estaba desesperado buscando seres vivos. El letargo a pesar de ser comun en el encierro en mi cuarto, me ha dejado debilitado e inutil, ahora, arrojado en un sillon sin tiempo me dedico a ver arder las llamas de una biblioteca que un dia pertenecio al desocupado. Ya sin ver, ya sin oir, me entierro en la cama que alguna vez fue mia, y me sumo en el sopor de un mal sueño, de una alegria, intransigente de pensamientos futiles.
En sueños veo, a pesar de mi ceguera atemporal, lo que sin tiempo se quedo suspendido en el espacio de mis sueños, y lo doy por perdido todo. Y sueño, sueño con un bacanal de libros, en donde solo se exige el leer a la velocidad de una rayo cada palabra mal escrita, y que mil escribanos quieren quemar por ser incompletos.
Dibujos mal rayados y placas conmemorativas de los momentos casi sentidos; es ahora en donde los siguientes tres minutos son una carestia de sensaciones y pensamientos del que ha sido vencido en su totalidad por las vanalidades.
Como siempre, palabras sin sentido, sueños ilusos, cartas a un ser inexistente en la ruleta rusa de cuadros con trazos simples...
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