Fin de una era

Vida, muerte.

Encontradas en la sobriedad del espiritu.

Dolor, sentimientos.

Perdidos por la soledad del espiritu.

Silencio, gritos.

Auyentados por los cantos funebres.

Amor, perdón.

Quimeras en este universo.

Destellos de luz, sombras sin pasado, es alla a donde voy, hacia el final

En el silencio nocturno veo desde la cima de la montaña una procesion de luces de fuego avanzar sin detenerse a observar el brillo de la ciudad. Veo centenares de cirios con personas a caballo av anvanzar lentamente y sin mirar atras. Veo perderse con la niebla los albores de la noche dorada con un cielo rojo. Veo incendiarse casas y calles, avenidas y callejones. Veo perderse en un segundo toda la gloria de la ciudad del norte.

Extinta en el viento, la voz de un muchacho grita la llegada de un alma humana desde lo que alguna vez fuera la torre del Panecillo, donde de la figura alada solo queda el pie derecho. Se escuchan los silvos del viento en el paramo sin prisas ni señales de vida. Es un profugo de la vida el que llega, un abandonado del destino.

Lo que alguna vez fue urbe, ahora es desierto, lo que alguna vez estuvo vivo, ahora es polvo, lo que alguna vez encerro al espiritu, ahora es libertad incontrolada, lo que alguna vez fue vida, hoy no es mas que silencio.

Humanos, que son ahora que se destruyo lo que llamaban vida? que son si no tienen su rutina? condenados a perecer en las llamas del averno que crearon estupidamente? o simplemente una manera en la que la raza mas pervertida desaparecera?

Ahora ya no existe sol para ustedes, ya no existe luna ni noche estrellada, ahora existe el cielo rojo al amanecer, ahora existe el ocaso gris y la noche sin luz.

Ruinas del Eden, ruinas del palacio donde reino la ultima estirpe humana, esa ciudad llena de principes y plebeyos, ese aroma a ratas muertas y moscas en las rosas, ese eterno murmullo de soledad acompañada, ya no esta, ahora todo se acabo...